¿Quisieras saber cuál es el secreto para una vida feliz?

La respuesta viene del famoso Iom Kipur de los judíos, el día que parece estar dedicado a privarnos de todo placer. Pero para entender bien la respuesta, debemos entender primero el propósito fundamental de este último día de los 10 días de arrepentimiento.

No es coincidencia que la cantidad de días designados por la tradición judía para la introspección y el crecimiento correspondan exactamente con la cantidad de mandamientos que Dios nos dejó en las Tablas de la ley que nos dio en el Monte Sinaí.

Recordemos que estos 10 mandamientos son el resumen perfecto de la receta para vivir con rectitud.
El décimo y último mandamiento “No codiciarás”, que requiere que controlemos no sólo nuestras acciones y palabras sino también nuestros pensamientos, es claramente el más intimidante y difícil de todos.

Este nos inspira a eliminar la envidia y trata de convencernos de lo ridículo que es que pasemos la vida acumulando más y más de las cosas que otros poseen, pero diría que tal vez es casi con seguridad el más relevante de los mandamientos en nuestro tiempo.

“No codiciarás” corresponde a Iom Kipur, el décimo y último día de los 10 días de arrepentimiento.
¿Qué es, después de todo, lo que hace que tanta gente se sienta fracasada? En un nivel superficial, la conjetura es que estamos deprimidos porque necesitamos cosas que no poseemos.

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La verdad es que no es así.

Nuestra obsesión por adquirir riqueza tiene mucho menos relación con nuestros deseos personales que con nuestro rechazo a tener menos que los demás.
¿Cuántas veces al día se nos dice que “no seamos felices con lo que tenemos” porque los demás tienen más?
Aquí en Estados Unidos vemos aproximadamente unas 3.000 publicidades al día que nos instan a comprar, adquirir, desear. El mensaje subliminal es siempre el mismo: tanto si lo necesitas como si no, no dejes de tener lo que tienen los demás.

Siempre hay alguien que tiene más, lo suficiente al menos para despertar en nosotros una cantidad de envidia que no nos deja estar satisfechos con lo que tenemos. Y a través de los “reality shows” que están tan de moda, nos llevan continuamente a preguntarnos…”por qué yo no?”
“Las cosas que vemos a diario en la televisión, los almacenes, las revistas y demas medios, nos hacen creer que estas cosas materiales nos harán felices. Tener un carro nuevo cada año, comprar lo último de la moda, las marcas especiales de bolsos, zapatos y vestidos no nos hacen felices realmente.

Todo lo contrario, comprar artículos de lujo tiende a ser un ciclo infinito de competencia en el que los vecinos tienen un carro modelo del año, la casa mas grande, la empresa exitosa, los viajes continuos y en un instante nos sentimos desprovistos de todo aquello que tienen los demás.

Entonces, ¿cuál es el secreto de la verdadera felicidad?

La fe en un poder supremo que es Dios. La creencia en Dios, vale más que un millón de dólares en el banco.
¿La conclusión? Las recompensas espirituales son mas llenadoras que los beneficios expuestos seductoramente ante nosotros en los comerciales con los que somos bombardeados a diario.

Es por eso que el Iom Kipur me atrae, poder reacomodar nuestras prioridades y ver la vida como realmente es, es un llamado a la realidad.

Es un día en el que demuestran que pueden dominar las necesidades físicas. Los judios eligen rezar en lugar de comer. Eligen la comunión con Dios en lugar de tener más dinero, más cosas materiales.
Es por eso que, irónicamente, el día de Iom Kipur, con todas sus privaciones, enseña el significado real de la felicidad y la satisfacción, algo en que pensar los que estamos en otras religiones y creencias…


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