Es hora de usar nuestras propias palabras para declarar lo bueno y alejar lo malo.

Los grandes millonarios, las personas de éxito tienen un hilo en común que los caracteriza. Declarar, afirmar y hablar positivo sobre sí mismos, su familia y negocios.

Es una práctica tan conveniente, que para ellos puede estar cayéndose el mundo y no lo dejan de hacer. Llámale meditación, reflexión o tiempo de oración, pero el ritual es sagrado para ellos, sea de mañana o en el transcurso del día.

Muchos de ellos afirman que el mejor momento es temprano en la madrugada donde se inicia el día, donde programas y le ordenas a tu mente como deseas que se desarrolle el resto del día.

Y te quiero comentar que de tantas cosas que he leído a través del tiempo, algo que impacto mi espíritu es una nueva manera de hacer sesiones de sicología. Ahora los doctores están usando un nuevo método que se llama “Terapia Auditiva Usando la Propia Voz” para aquellos que están sufriendo de depresión.

En vez de llenar al paciente con medicamentos que los mantienen en estado de somnolencia, los están impulsando a proferir palabras y frases positivas sobre sus vidas varias veces durante el día.

“Soy un ganador, tengo un futuro maravilloso delante de mí, soy próspero, tengo abundancia de amistades, personas que me aman y soy feliz. ¡Cosas y oportunidades maravillosas vienen hacia mí!”

Muchos de estos pacientes se encontraban sin esperanza. Y cuando esto se pierde, la vida deja de tener sentido. Aquí es donde vemos los suicidios, el deseo de morir y hasta enfermedades que llegan “de repente” tumbando a la persona a cama.

 

Dicen que cuando las personas están sin ánimo, en las ultimas —donde han llegado a tocar fondo y la esperanza se ha marchado— se entregan a los brazos de una enfermedad que los tira a la cama, proveyéndoles esto una manera de salir de sus problemas, sin poder resolverlos, pues están en las últimas. Es una forma de tirar la toalla. Es cuando la persona ya no puede más y se ha cansado de la vida.

Lo que más me gustó de este reportaje es que los resultados de estos médicos usando estas prácticas innovadoras, ¡es que recibieron grandes resultados!

Los pacientes se mejoraron considerablemente y otros se recuperaron totalmente.

Yo se que ya parezco disco rayado, pero tenemos, debemos, es nuestra responsabilidad hablar palabras de bien, positivas y constructivas sobre nuestra vida y la de nuestra familia.

¡Habla sobre bendición y dile adiós a la maldición! Todo el día repite:

“Soy bendecida, soy próspera, lo tengo todo, soy feliz, mi vida es abundante, todo lo tengo… Soy fuerte, soy sana, soy bella, mi vida es una de total éxito. Soy una ganadora!”

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Ahora te comento algo aún mejor… ¿Sabías que todo lo que tú digas de ti, tendrá más impacto que cualquier otra persona que pueda decirte las cosas?

Cuando tú criticas, o te criticas… ¡te maldices!

Sucede en un suspiro, en un instante… comienzas a hablar negativo, de manera derrotista y tu mente se amolda instantáneamente a lo que dice tu boca.

Por eso, por favor, habla palabras de fe, de Victoria, de Éxito sobre tu vida.

Mírate en el espejo y coquetéate. Piropéate. Dile a tu corazón, a tu alma lo linda que eres, lo especial que eres…

Y ten fe. Porque además, Dios es el que pelea tus batallas.

Cuando te vengan recuerdos de fracasos anteriores, de negocios y relaciones que no funcionaron, cambia el disco duro de tu mente y comienza a declarar:

¡Soy más que vencedor, tal vez tuve fracasos anteriores, quizás no logré el éxito antes, pero HOY ES UN NUEVO DIA, HOY ES MI DIA!”

Tienes que oírtelo decir.

Cuando escuchas tu propia voz diciendo cosas positivas, tu cerebro lo recibe como un comando… ¡y lo cree! Y también lo pone en marcha a que esas cosas sucedan para ti.

Hoy día la situación económica es fuerte para muchos. No pueden pagar sus cuentas, no les alcanza el dinero, viven de cheque en cheque con un saco roto y sin fondo. Yo lo sé mejor que nadie… he estado allí también…

Y si este es tu caso, recuerda repetirte:

— “Soy abundante, tengo más que suficiente, soy rico, soy cabeza y no cola, todo lo que toco resulta exitoso.”—

Y te oigo diciéndome:

— ¡Pero Elsie! ¿Cómo voy a decir eso si no es verdad? —

¡Llama aquellas cosas que no son como si ya lo fueran!

La fe viene en el oír. ¡Así es que si es verdad! Dios dice que tienes que creer lo que estás diciendo ANTES de verlo.

Visualizarlo antes de manifestarlo. Debemos hablar con fe y por fe.

Si estas enferma, busca escrituras o haz afirmaciones positivas y escríbelas en una hoja y ¡repítelas como loro todo el día!

¡Cambia tus palabras! Habla de bendición sobre tu vida… ¡Bendícete!

Mírate sana, corriendo, disfrutando la vida. Háblale palabras de fe y aliento a esa enfermedad. ¡Usa tu boca! ¡Ordénale a tu cuerpo sanidad!

Haz afirmaciones diarias. Conmigo tienes varias para tu vida. Están en mi sitio web por todas partes.

¡Soy la reina de las afirmaciones!

He hecho afirmaciones para ti sobre el dinero, el éxito, la prosperidad y la abundancia, para el poder, te he hecho decretos y declaraciones para tu vida, en audio, en video en libros… o sea… ¡no hay excusa para no hacerlo!

¡A declarar, a afirmar, y a decretar!

Toma como tarea unos minutos diarios en la mañana y en la noche si puedes, y declara, afirma sobre tu persona y tu familia. Pero no lo hagas por unos días, esto requiere disciplina y diligencia.

Proponte hacerlo mínimo durante 21 días. Y si puedes, hazlo 30, te puedo asegurar que tu mundo cambiará.

Grábate con tu propia voz todas estas afirmaciones y ponlas en tu oído en las mañanas y en la noche antes de dormir.

Ahora quiero dejarte con esto… no es suficiente que evites hablar negativo; tienes que pelearla hablando positivo.

¿Y cómo?

Afirmando palabras de poder sobre tu persona.

Y recuerda que TUS PALABRAS, LAS TUYAS PROPIAS, son las que MÁS tienen poder para resolver esta situación.

Si tú haces tu parte, Dios hará la de Él.

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