¡Cuantas veces no te has oído decir cosas que inmediatamente salieron de tus labios te sorprendieron y hasta te dieron un “shock” mental de la barbaridad que dijiste! Lo único que se puede hacer en ese momento es decir, “¡lo cancelo!”
Buscar un nuevo vocabulario y renovar la mente urgente
La mente reptil es la que te empuja a la supervivencia, a trascender, reproducirte y sobrevivir.
Vive de cuatro principios:
- por qué?
- que voy a encontrar
- como voy a solucionar el problema y
- entonces tomaré acción.
Hay varios lingüistas que afirman que el vocabulario habitual que viene de pensamientos de una persona promedio, estaría compuesto entre dos mil y 10,000 palabras.
Según el experto y conocido, Tony Robbins, existen unas tres mil palabras que están relacionadas con las emociones humanas.
De esa cantidad un poco más de mil palabras expresan emociones positivas…mientras que las otras dos mil expresan emociones negativas.
“No es lo que entra por la boca lo que contamina al hombre, sino lo que de ella sale, porque proviene del corazón”
La palabra es el eco de nuestra mente y este pasaje bíblico lo expresa. Insisto mucho en usar el poder de las palabras, porque he apreciado yo misma los cambios contundentes que se dan, cuando usamos palabras que refuerzan el trabajo que hacemos en nuestra mente. La palabra es como un puente entre el pensamiento y la acción. Y puedes ser co-creador de tu realidad, tan solo usándolas como estructura para construirla.
Ahora te pregunto:
¿Lo estás aplicando en tu vida? ¿Utilizas el poder de las palabras de forma correcta?
¿O abres la boca y tus palabras maltratan a los demás e incluso a ti mismo?… Porque lo que más lesiona tu estima personal es precisamente lo que te repites a ti mismo, cuando dices:
“Que tonta soy”, “ay que mala memoria tengo” o “soy de verdad un estúpido”
Es claro que la mayoría de nosotros, pertenecemos a una cultura latina, donde prevalece la queja, la crítica y la murmuración. Es hasta hereditario. Expresarse sin pensar ha calado tan profundo en nuestra cultura, que parece una tarea titánica, pero ¡Si se puede!
Usar un lenguaje de poder nos permite lograr un estado vibratorio superior.
Está comprobado que la frecuencia de ondas de las palabras te envuelven en un estado que te benefician o perjudican —de acuerdo a lo que digas—. De repente empiezan a sucederte cosas, y le echas la culpa a Dios, al gobierno, a tu familia o al sistema… y no te has percatado que ¡estás cavando tu propia tumba con la manera como te estás expresando!
Algunos ejemplos:
- Una experiencia que interpretamos como que nos dejó “destruídos” podemos cambiarla por “tuvimos un contratiempo”.
- En lugar de “ me siento humillado”…podemos decir…”me siento sorprendido”
- En lugar de “ me siento estúpido”….”me siento descubriendo”
- En lugar de “ me siento perdido”….”estoy buscando”
- En lugar de “ me siento solo”….”me siento disponible”
- En lugar de “ me siento abrumado”….”me siento desafiado/movilizado, etc”
Prueba entonces con este simple y poderoso recurso enfocándote en las palabras que utilizas y sacándole “poder” a las negativas.
Esto puede marcar otra gran diferencia si estableces como hábito, transformar sistemáticamente a tu favor el vocabulario empleado, sea al hablar con los demás o contigo mismo!
Es mas, se dice que lo que hoy hablas lo cosecharás en los próximos tres años.
Así que puedes crear un verdadero milagro con tu vida, haciendo un auténtico cambio de tu lenguaje ¡de una, de inmediato!
Cuando le hablas al ser —del otro o al tuyo— lo que le digas lo marcará para siempre, especialmente si eres su padre. Si le decimos a nuestros hijos, nietos, subalternos o personas que dependan de nosotros cosas como:
“Eres inteligente”, “eres ordenado”, “eres capaz”, “eres un campeón”, “te respeto y admiro” …
Yo misma lo se, cuando le hablo así a mis nietos, les sale una sonrisa de oreja a oreja, les fascina que los marque y se ha vuelto un juego en que me chillan con gran algarabía brincando y diciendo “¡mas Tata, más!”
Esas palabras generan una fuerza motivadora muy grande en ellos, porque están emitidas con una onda vibratoria, que confortan, elevan y alientan. En cambio, cuando les dices: “eres un flojo”, o “eres un desordenado”, “no sirves para nada”, estás atacando directo a su ser, y ese ser está tomando eso como una verdad. Especialmente en los años de formación entre un año hasta los siete años cuando son esponjas percibiendo todo a su alrededor.
Y ahí en su psiquis quedará esculpido para siempre todas aquellas palabras que pronunciaste. Como una huella que no se puede borrar. Cuidado…
Ahora, es probable que tus padres o mentores las usarán contigo, así que viene bien esta reflexión para perdonarlos, porque jamás las hubieran dicho si hubieran tenido la consciencia —como tú las estás teniendo ahora— del poder tan impresionante que puedes generar tan solo usando las palabras como si fueran una inscripción a fuego: Para generar, para construir, para sanar…
El Poder de las Palabras
Recuerda siempre:
El quejarse solo atrae más de lo mismo. El inconsciente no diferencia si lo dices en broma, en serio y si dices no tengo dinero, el actúa en consecuencia y NO TIENES DINERO.
Hay muchas más y cada quien tiene las suyas. Haciendo una auto-observación constante del vocabulario que usas pronto te percatarás cuales palabras vienes arrastrando hace muchos años y vas a decir:
¡Eso es difícil!
Y yo te digo: Ahora que ya conoces los recursos poderosos para modificar tus hábitos y el poder de las palabras, empieza a bendecir y a usar palabras de poder, creando un aura de prosperidad, salud de lo que más desees para tener una vida plena, llena de lo que te mereces.
TU TIENES EL PODER.
Prepárate, edúcate y haz tu parte que Dios hará la de El.
Excelente ….articulo….me ayuda y me motiva mucho ..gracias x ayudarme…Dios la bendiga mucho