No podemos preocuparnos y reírnos al mismo tiempo.
De allí que la risa sea una de las mejores medicinas del mundo y ¡no cuesta nada!
La risa es como una fuente inagotable de salud y dice la Biblia que “Un corazón alegre es como una buena medicina, pero un espíritu deprimido seca los huesos”.
El hombre es el único naturalmente dotado con la capacidad de reír. Yo no he visto un perro, gato o jirafa reírse. ¿Tu, si?
El reírnos nos ha da un poder curativo que en muchas ocasiones, no hemos sabido usar. Un sabio consejo chino afirma que para estar sano hay que reír 30 veces al día. Los menos exagerados dicen que con tres veces que nos riamos, siempre y cuando cada sesión dure al menos un minuto, es bueno.
William Fry, el conocido siquiatra, decía que con cinco minutos de risa esto nos equivalía a 45 minutos de ejercicio ligero. Ayuda a la circulación de la sangre, da masajes vibratorios a todo el cuerpo, aleja temores, aumenta la capacidad pulmonar, elimina toxinas, impulsa el sistema inmunológico y nos hace ver más bellos.
Un equipo de investigadores acaban de descubrir el lugar donde se localiza el sentido del humor: en una zona del cerebro de dos centímetros. Así es que la risa puede utilizarse como medicina para algunos males del cuerpo y del alma, tanto es así que muchos hospitales ya tienen grupos de payasos para hacer reír a los pacientes.
Las virtudes de la risa son: hace que se mueva el diafragma, aumenta la capacidad pulmonar mejorando la respiración, fortalece el corazón, facilita las digestiones al hacer vibrar el hígado, baja la hipertensión aumentando el riego sanguíneo, tonifica los músculos.
Sólo con una carcajada continuada se activan la totalidad de los 400 músculos que hay en el rostro, algo que no sucede al estar serios o meditabundos.
Estudios nos dicen que “Reírse incrementa la autoestima y la confianza en personas deprimidas, supone un refuerzo inmunológico, corta los pensamientos negativos (ya que no podemos reír y pensar al mismo tiempo) elimina el miedo y ayuda a minimizar los problemas; reír antes de acostarse fatiga el cuerpo y combate el insomnio”
Las endorfinas, una especie de morfinas segregadas por el cerebro, con altos poderes analgésicos disminuyen el dolor; al reírnos, la adrenalina, impulsa la creatividad y la imaginación. La risa, además, libera dopamina que mejora el estado anímico y la serotonina que produce calma.
Si no cambiamos de actitud y aprendemos a tomar la vida de manera es poco probable que seas feliz. Para disfrutar de cada momento, disolver el estrés y superar los problemas, es indispensable desarrollar el sentido del humor: la más barata medicina natural.
El reírnos con frecuencia es una excelente estrategia para desactivar los miedos a no fracasar, evitar que las cosas salgan mal.
¡Búrlate de ti mismo, no temas hacer el ridículo, busca lo bueno en lo que no te agrada, arranca tus miedos y juega con la imaginación, piensa fuera de la costumbre y descubre lo cómico en otros, rodéate de personas con buen humor, y vive feliz a propósito.
El buen humor es uno de los mejores y más accesibles recursos para disfrutar de la vida, incluso aunque soplen vientos adversos.
Aquí algunos consejos para reírte más y con frecuencia.
- Enciérrate en un lugar donde no te molesten, mírate en un espejo o túmbate boca arriba, abre tus brazos cual águila y haz todas las muecas que sepas o puedas frente a un espejo y comienza a reírte de ti mismo… ¡Te aseguro que terminarás en carcajadas!
- Olvida los problemas invirtiendo la fórmula buena noticia/mala noticia. Empieza anunciando la mala y luego conviértela en buena.
- Busca un buen amigo o amiga para enfrentar aquellas cosas que parecen insuperables. Pide consejo a aquellos que tal vez ya han pasado por lo tuyo.
- Crea tu sentido del humor. Guarda en tu celular chistes que te hayan hecho reír y practícalos con tu familia hasta contarlos con gracia. Todos debemos de tener un repertorio de 5 a 10 chistes bajo la manga. Serás la sensación de las reuniones.
¡A reír se dijo!