La excelencia es la calidad superior que hace que alguien, o algo, sean dignos de una alta estima o aprecio. La excelencia se vincula a la perfección y a las características sobresalientes en el ser humano, que está por encima del promedio.
Por ejemplo, la excelencia en los seres humanos hace mención a una capacidad extraordinaria o un talento difícil de igualar. Esta es la Ley del Reconocimiento.
La excelencia es el tratamiento de respeto y cortesía con el que se honra a individuos debido a su condición, empleo o dignidad.
Aspectos claves de la excelencia
- La excelencia es el puente hacia un futuro donde te vas a diferenciar de los demás
- La excelencia es imposible de esconder, pues se manifiesta en tus acciones
- El éxito viene de una vida en excelencia… indudablemente…
- Dios ya te ha dado dones para ser excelente, ¡porque su creación es magnífica!
- La excelencia es la manera de lograr tus metas y sueños
- La excelencia es la semilla de tu crecimiento, que produce frutos excelsos
- El crecimiento es el premio divino por haber honrado una ley divina
- Desarrolla, aumenta y fortalece tu excelencia a través de la educación continua
- Implementa nuevos hábitos y conductas que se traduzcan en la realidad de tu propósito y visión.
Siete principios para vivir en excelencia
He aquí siete principios que puedes aplicar, a fin de que tu vida dé muestras de excelencia:
- Primer principio: Ser excelentes en nuestras conversaciones con Dios.
- Segundo principio: Ser excelentes en comunicarnos con sinceridad.
- Tercer principio: Ser excelentes en escuchar. Escuchar es de sabios.
- Cuarto principio: Ser excelentes en discernir acerca de los momentos y las etapas de la vida.
- Quinto principio: Ser excelentes a la hora de resolver los desafíos.
- Sexto principio: Ser excelentes en la presentación.
- Séptimo principio: Ser excelentes en aprender, para poder traducirlo a maestría.
Las quince leyes de la excelencia
Si quieres experimentar la excelencia, ten presente las siguientes leyes:
- Ley de la Puntualidad (Habacuc 3:1)
- Ley del Orden (Mateo 6:33-34)
- Ley de Metas y Sueños (Habacuc 2:2)
- Ley de la Paciencia (Santiago 1:3)
- Ley del Reconocimiento (Daniel 6:3)
- Ley de Etiqueta y Protocolo del Reino (Génesis 41:14)
- Ley de la Disciplina (Hebreos 12:11)
- Ley del Hábito (Santiago 4:14)
- Ley de la Adaptación (1 Corintios 12:31; Salmo 138:8)
- Ley de la Obediencia (Levítico 19:37; Mateo 22:37-40)
- Ley del Honor (Mateo 19:27-30)
- Ley de la Semilla (Mateo 13:3-9)
- Ley de la Diferencia (Romanos 8:28)
- Ley del Diezmo (Malaquías 3:8-10)
- Ley de la Responsabilidad (Colosenses 4:5)
Dale permiso a tu corazón y a tu mente para comprarte una visa para un sueño.
Deja de dar viajes hacia el pasado y ponle un PARE permanente a esa eterna travesía. Comienza a manejar las leyes de la excelencia, hasta hacer de ello un hábito, y verás cómo tu vida da un cambio radical en noventa días.
¿Estás listo para ser una persona de excelencia?… Adelante, caminante…
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