Como única hija aprendí desde muy temprana edad a convivir conmigo misma. A divertirme, buscar como entretenerme sin necesidad de más… ahí empecé a hacerme amiga de Soledad.
Soledad es una amiga muy peligrosa, entra sigilosamente y se adueña de tu casa, de tus horas… de tu ser. Hay que combatirla con todo lo que tengamos y manejar la situación rápidamente para que no llegue a convertirse en un monstruo de siete cabezas.
A través del tiempo, he aprendido que la pérdida de un ser querido, de un divorcio, el hecho de vivir en este país, el desarraigo, el comenzar una vida nueva, la soledad es la primera que nos visita en casa. La primera que nos ofrece su compañía y ultimadamente termina quedándose como huésped permanente.
Pero todo esto, tiene solución. Tengo 5 tips maravillosos que quisiera compartir contigo…
Levántate y resplandece en esta tierra de leche y miel donde las oportunidades están a la vuelta de cada esquina. Hay cielos abiertos para ti en esta gran nación y solo tú podrás arrebatarlos… si así lo deseas.
Tip #1 – El rodearte de personas afines a tí es primordial. Busca gente como tú. Con tu cultura, tus costumbres, tu actitud y tu mentalidad. Rodéate de gente positiva que te animarán a ser mejor, a vivir más y a ser feliz en medio de las circunstancias. Busca un buen grupo de amigos que te sirvan de apoyo, de hombro para llorar los días malos y de fan club para esos días en que el triunfo te lleve de la mano.
Quienes son tu circulo de influencia tiene mucho que ver en tu vida hoy.
Tip #2 – Encuentra un amigo o amiga que te acompañe de shopping, que vaya a pasear el perrito al parque contigo, que disfrutes una película con esa amiga o el simple hecho de salir a comer unos ricos tacos en buena compañía. Eso hará tu día.
Es imperativo que hagamos el esfuerzo de reunirnos, de hacer planes para los días libres y de buscar amistades buenas que nos hagan florecer.
Tip #3 – Busca una buena iglesia donde congregarte. La compañía de otras personas de tu misma fe te subirá el ánimo y te dará fuerzas para continuar adelante. En la iglesia no solo escucharas palabras de aliento sino que sentirás que perteneces a algo importante, más grande que tú. Involúcrate en las actividades de tu iglesia, inscríbete y ayuda en todo lo que puedas y veras como tu vida social comienza a desarrollarse rápidamente.
Es un lugar magnifico para encontrar paz, amor y compañerismo.
Tip #4 – Mira hacia adentro y analiza que has hecho en los últimos años con tu vida. Si has avanzado, si estas estancado, si has logrado esas metas y sueños con los que viniste a este país. Si la respuesta es “no”…entonces llego la hora de mirarte al espejo y motivarte. ¡De soltar las amarras y zarpar!…
Obviamente con un destino en mente.
Esto es doloroso, la mayoría no queremos enfrentarnos al fracaso… ver que no hemos avanzado, y que no logramos nuestros objetivos.
¡Haz un plan, donde tú quisieras estar al final de este año!
Si es caminar mas, si es hacer un esfuerzo real por compartir con la familia, amistades, si es salir de esa zona de confort y dejar atrás todo lo que no sirve…incluyendo amistades tóxicas, hasta ese trabajo que no te gusta.
¡Analízate con verdades y lograrás alcanzar tus metas!
Y el Tip #5 – el más importante… busca de Dios. El buscar tener una relación con Dios es primordial para nuestra vida interna, y nuestro espíritu. El alma tiene sed de Él. El corazón lo anhela y no sabe cómo encontrarlo. Yo te invito a que le busques, habla con El y pídele que te acompañe en esta nueva travesía, que te lleve de la mano en los momentos débiles y que pelee tus batallas cuando sea necesario.
Dios es amor, el amor todo lo soporta, todo lo puede, el amor todo lo es. Con Dios la soledad dejará de existir y encontrarás que con esta nueva relación, siempre serás un ganador. Con Dios de la mano jamás perdemos. Es más… con Dios todo lo mencionado anteriormente… se esfumará.
Te reto a que pruebes, a que le busques, es el mejor amigo, el más fiel e incondicional. El no te fallará, jamás te mentirá… siempre te acompañará.
Entonces así, la soledad se irá de viaje para nunca más volver. No nos despidamos de la soledad con un hasta luego, más bien digámosle, ADIÓS PARA SIEMPRE.